Somos dos marionetas haciendo todos los gestos que exige la comedia, agítando brazos y piernas pero siempre en la oscuridad... y es una lástima. Es una lástima que de tanto beso y de tanta caricia no nazca la luz ni esperanza de vivir... y luego buenas noches, amor. Y el día siguiente, buenos días, amor. La rutina, como siempre.
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