lunes, 6 de junio de 2011

Cuando el primer niño rió por primera vez, su risa se rompió en mil pedazos que saltaron por los aires en todas direcciones, y así fue como aparecieron las hadas. Por eso debería haber un hada para cada niño y cada niña. Aunque hoy en día los niños saben tantas cosas que dejan de creer muy pronto en las hadas

Yo si creo en las hadas..creo..creo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario